Be my enemy

No se muy bien la razón por lo que me viene esta canción a la cabeza. Será que alguien me envía rayos catódicos para ser mi enemigo. O será que necesito la fuerza de la canción.
Y no puedo dormir.

No puedo tomar aire.

No puedo parar de hablar
y 
parezco la misma muerte.

Pero enderezaré ésta desgracia.

Te pondré en tu lugar.

Si vas a ser mi enemigo,

yo seré tu enemigo también.

Si vas a ser mi enemigo,

yo seré tu enemigo también.

¡Seré tu enemigo!
Vaya cuanto parecido a la realidad. Demasiado parecido. No se muy bien pero me viene una y otra vez.
Quizás quieras ser mi enemigo, a lo mejor deberíamos dejar la hipocresía de un mundo falso y decirnos las cosas a la cara.
Quizás quieras ser mi enemigo, a lo mejor deberíamos dejar de reír por esas pequeñas tonterías y dejar que el silencio acompañe nuestra velada.
Quizás quieras ser mi enemigo, a lo mejor deberíamos olvidar nuestros recuerdos y pasar página de los años pasados.
Quizás quieras ser mi enemigo, a lo mejor deberíamos borrar la posibilidad del renacer de momentos futuros.
Ahora, desde la baba de tu lengua

hasta las uñas de tus pies.

Desde las escamas de tu piel

hasta las manchas de tu ropa.

Vas a obligarme a hacer algo

que no quiero hacer.

Pero si vas a ser mi enemigo,

Seré tu enemigo también.
Maldito día aquel en que cruzamos nuestros caminos de por vida. Maldito aquel momento.
Quizás quieras dejar de ser mi amigo y yo dejaré de serlo también.
Quizás has decidido dejar de serlo y yo también.
Quizás quieres ser mi enemigo y yo también.
Juntos hemos dejado de ser amigos porque un día nos convertimos en hermanos y dos hermanos no pueden dejar de serlo. Seremos enemigos pero nunca dejaremos de ser hermanos.

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