Cuarentena demagoga – La demagogia

Nunca hubiese pensado que el nombre de este blog se acercase tanto a la realidad.

En marzo de 2020 nos hayamos sumidos en la cuarentena y en la demagogia.

Cuarentena

Cuarentena ansiada, tardía, necesaria y triste. Cuarentena para evitar lo inevitable. Cuarentena para el intento de letargo de números que engordan día a día estadísticas con ejes de coordenadas relativas. Relatividad de ejes basada en el interés político para que el bajo poblacho aplauda a la hora del cuco el inmenso esfuerzo que las manos atadas de los hombres de bata y máscara hacen para dar luz a las vidas que se apagan. Relatividad conformista que oculta la cima que nunca llega, esa cumbre que nunca se alcanza.

Así estamos pasando la cuarentena, abriendo la puertas y mirando a cada lado para ver si ha pasado de largo ese mal y pegados al cuadro parlante que vomita cifras y cifras de muertos e infectados.

Demagogia

No acabo de lograr entender los discursos de nuestros políticos. Quiero pensar que son tan gilipollas que hasta ellos mismos se los creen, porque espero que no sean tan hijos de puta como para que crean que nos engañan con su zafia palabrería, su burdo discurso y sus metáforas del tres al cuarto. Pesa a ello, sinceramente, tiendo a pensar que de gilipollas no tienen un pelo, lo cual me lleva al convencimiento absoluto de que sus madres serán unas santas pero ellos son unos hijos de puta.

Cada día miro ese paraguas social, que han montado en el cielo pero cuando miro a la tierra veo que falta lo más básico y que, pese al paraguas, la lluvia moja.

Cada día piden colaboración y calma, mientras a ellos se les ve temerosos por si las medidas impuestas afectan a sus expectativas electorales. Medidas que llegan tras el filtro analítico de las consecuencias y repercusiones que puedan ejercer sobre sus ciegos votantes. Medidas insuficientes y tardías. Medidas que no son mas que simple excusa ante la evaluación futura para el momento de su juicio donde ellos pondrán sobre la mesa el argumento de que se hizo todo lo posible pero que, ante una situación de la gravedad a la que nos enfrentamos, una gravedad única en la historia reciente y contra un enemigo desconocido, nada más se ha podido hacer.

Mentira. A ustedes se les confía la capacidad de gestión que se les supone superior a los demás que nos dejamos ser gestionados. A ustedes se les confía el gobierno de una Nación para que la protejan, para que planifiquen, para que se adelanten ante las posibles adversidades, para que gestionen los conflictos internos y externos, para que defiendan nuestros intereses económicos, nuestra salud y bienestar, la educación, nuestro comercio…, nuestra ESPAÑA.

Ustedes han demostrado que no son gestores ideales, ustedes son DEMAGOGOS llenos de ego.

Ahora sólo queda esperar a que su incompetencia y su ego se aparten, siquiera un poquito, y dejen actuar a una Nación que sin ustedes sabe organizarse por sí sola y sabe dar lo mejor de sí misma sin necesidad de ustedes y a pesar de ustedes.

Malditos bastardos nos habéis sumido en la Cuarentena Demagoga mas cruel, matareis a nuestros vivos para seguir recordando la memoria de los que murieron enfrentados en guerras pasadas.

Cuarentena Demagoga – La demagogia

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