Cuarentena demagoga – La democracia

Llegó en vinilo a casa y se lió parda. Una caída inesperada hacía, de aquel Single a 45 R.P.M de Ilegales, un ejemplar único. Era único, no por el hecho de ser una edición limitada (que no lo era) sino por convertirse en el disco del bocado que hacía imposible escuchar la primera canción de la cara A y, por supuesto, la primera correspondiente a la cara B. Del Single en cuestión, con canciones de letras bastante controvertidas, extraigo lo que sigue:

Tiempos nuevos, tiempos salvajes
Toma tu parte, nadie regala nada
No hay nada sin lucha,
Ni aire que respirar
No eres un juguete,
Levántate y lucha ya

No puedo aguantar la tentación de hacer mención a que, tanto la primera estrofa de la citada canción, como la última, decían no se que de «toma un arma…» – Primer «Válgame por Dios», lo he escrito –

Pues bien, aquí nos hallamos y así seguimos, inmersos en este dolor con aderezo de pesadilla y sabor de amarga muerte. En este contexto (recuerda el contexto es importante, ya te lo expliqué por facebook) he tenido algo mas de tiempo para escuchar música y leer, esto y aquello, de lo que se viene diciendo, por parte del personal, de la «Cuarentena», eso si: siempre en Demagogia.

Bueno, dicho lo dicho. En estos «tiempos nuevos y salvajes» de lo poco que quedaba por ver (o leer) es lo que se está viendo (o leyendo). Me resulta graciosa la burla que algún que otro inspirado realiza sobre las opiniones – críticas – realizadas a costa de la gestión del gobierno y de su comité de sabios. No sabía yo que la crítica iba a ser recibida con ojos de mirada complaciente y media sonrisa burlona. Segundo «Válgame por Dios».

Volviendo a la canción, segunda línea, dice: «Toma tu parte, nadie regala nada». Te recuerdo que, independientemente del sistema político (el contexto), es tendencia del bípedo hacer eso mismo: tomar parte en unas circunstancias determinadas y/o sobre aspectos concretos.

Con todo lo anterior me asalta una duda: ¿y tú, que cojones tienes que decir sobre las opiniones que el respetable vierte de la gestión (mas bien «no gestión» sino método de «ensayo-error) de este nuestro amado y elegido gobierno?

Son de los años treinta los discursos políticos, derramados en teatros, que advertían que la existencia de partidos políticos sólo servía para dividir a la sociedad y que, en lugar de crear partidos políticos que desunan, hay que trabajar sobre lo que realmente nos une (y lo dejo ahí que me vengo ARRIBA).

Parece ser que este pensamiento, del cual no puedo estar mas de acuerdo, ha sido adoptado por estas nuestras izquierdas (tercer «Válgame por Dios» y dejemos ya tranquilo al pobre que bastante tiene), sobretodo cuando están en el poder (la leche), como es el caso. Ha sido adoptado con arrogancia, prepotencia y soberbia. La izquierda, que no puede ser mas veleta, adopta esta postura cuando está en el poder y la contraria cuando se encuentra en la oposición, ciñéndose a no se que de aquello de «libertad de expresión» que confunden con el «libertinaje».

Pues he de decirte que este invento que permite que cada uno pueda expresarse libremente, sólo pasa en sistemas políticos determinados (eso ya lo sabes). Estos sistemas se basan en eso que viene llamándose «democracia», donde por definición el pueblo es el que participa de las decisiones, perteneciendo al mismo la soberanía.

El problema es que la izquierda siempre se mueve mejor en eso de la «democracia demagoga», en el «arrea mulas» y en el «complace idiotas». Por eso nunca han tenido claro el tema de la democracia ni siquiera cuando la han defendido con uñas y dientes.

Amigo mío, al igual que tú, yo también anhelo una sociedad con esa unión alrededor de unos gobernantes fabulosos (independientemente de su color político) pero, para eso, no creo que sirva la democracia – tendemos a votar a demagogos, acuérdate.

¡Ay, que sería sino un mundo perfecto aquel más socialista que el cristiano!

Cuarentena Demagoga

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